Sumario
- Ibrahim Domínguez Aguilar permanece ingresado en el centro médico de la prisión de Boniato tras ser golpeado por tres reos el 31 de octubre, presuntamente bajo órdenes de las autoridades penitenciarias.
- Domínguez Aguilar cumple una condena de 10 años por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en Contramaestre.
- Según su madre, Mercedes Aguilar, las agresiones fueron motivadas por comentarios críticos hacia la revolución cubana y ejecutadas por presos entrenados en artes marciales.
El músico y preso político Ibrahim Domínguez Aguilar continúa ingresado en el centro médico de la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba, luego de que, el 31 de octubre, tres reos le propinaran una golpiza, presuntamente ordenada por los mandos del penal.
Domínguez Aguilar, un manifestante del 11 de julio de 2021 en el pueblo santiaguero Contramaestre, cumple una sentencia de diez años de privación de libertad por los delitos de Desórdenes Públicos, Desacato, Atentado y Ultraje sexual.
En una reunión sostenida con la madre, Mercedes Aguilar, oficiales penitenciarios aseguraron que la paliza se debió a que el preso político se refirió con un tono insultante a la revolución cubana.
“Lo golpearon tres presos, se le abalanzaron. Dicen los jefes, que yo tuve entrevista con ellos, que fue porque Ibrahim estaba hablando mal de la Revolución, porque Ibrahim no se doblega”.
“Lo tienen en una clínica que tienen ahí adentro, sin atención médica. Después que lo golpearon, lo tiraron para ahí para un hospitalito porque tiene puntos en la cara. Decían que le iban a poner fomentos en la cara porque lo dejaron con un monstruo y ni le han puesto fomentos, ni lo han atendido más”, lamentó la mujer.
“Los que le dieron golpes, están preparados. Ellos tienen preparadas gentes para dar golpes y mi hijo es fuerte y se sabe fajar, pero estos conocían técnicas de artes marciales, según me contó”, indicó Aguilar.
“Mi hijo me dijo: mamá, me tiraron hombres preparados para que me mataran”.
Las agresiones físicas a los reclusos son frecuentes en las cárceles cubanas, ejecutadas por reos instrumentados por las autoridades o por los propios custodios u oficiales penales.
La mayoría de estos ataques no son objeto de investigación independiente ni tampoco por parte de los organismos estatales responsables de velar por el bienestar de los reclusos, por ello se perpetúa un patrón de impunidad que estimula la repetición de estas acciones.
“Los golpes asestados con los puños fueron fundamentalmente en la cara, en los ojos”, relató la madre, y agregó que “desde ese día está plantado sin comida”.
El Observatorio de Derechos Culturales (ODC) emitió una "alarma sobre el peligro a la integridad física" del rapero.
"Por su condición de preso político no ha recibido ninguno de los beneficios que contempla la legislación penitenciaria, y lo han mantenido bajo acoso, llegando incluso a recurrir a golpizas como método de silenciamiento", enfatizó la institución independiente.
En abril de 2024, Domínguez Aguilar, de 38 años, sufrió otra golpiza tras reclamar atención médica. Un "reeducador" del centro penitenciario lo llamó "bocón" y ordenó golpearlo.
Una de las principales recomendaciones realizadas durante el Examen Periódico Universal instó a las autoridades de la isla a velar por el pleno cumplimiento de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela) y permitir el acceso de observadores independientes de los derechos humanos a los juicios y a las prisiones y demás centros de privación de libertad.